Hay mujeres que
corren con lobos. Mujeres que viven con cíclopes incapaces de ver lo que tienen
a su lado ni aunque tuvieran un millón de ojos. Hay mujeres cuyo nombre las
estigmatiza desde la cuna, como una cruel broma del destino. Mujeres que luchan
cada día por cambiar, sino el rumbo , al menos si las consecuencias del camino
que les ha tocado ¿en suerte?
Conozco a muchas
mujeres fuertes. Docenas de mujeres cuyo valor no puede si quiera equipararse
remotamente al de un ejército de mil hombres de esos que se dicen bravos. Pero
hay una en especial que entró en mi vida para quedarse. Una mujer que amamantó
a sus hijos con leche, para llorar después por la temprana partida de uno de
ellos con lágrimas de sangre. Una mujer que me ha enseñado que las cosas que no
pueden cambiarse si pueden al menos, mirarse de frente con templanza y sin
rencor. Y a veces hasta invitar a la adversidad a tomar café, al enemigo se le
desarma con amabilidad y una sonrisa.
Yo conozco a una
mujer que mantiene la ilusión porque está llena de ella . Una mujer que
cuando todo se vuelve oscuro cierra los
ojos y sonríe porque ve a aquéllos que nos han dicho que ya no se pueden volver
ver.
Una mujer que sigue
caminando erguida y regala todo lo que tiene porque sabe que todo es perecedero.
Esa mujer hoy está de
aniversario y estará rodeada de los que la quieren. Algunos que también la aman
no se harán visibles, pero inundarán la habitación de energía para hacerse
notar y ella sabrá que han acudido a la cita.
Yo también quiero
estar allí en estas letras de alguna manera, también quiero celebrar la vida de
Dolores, porque Dolores le demuestra a la vida cada día que se puede seguir
adelante haciendo felices a los demás, aunque uno ya no lo sea completamente.
Felicidades Dolores,
felicidades por estar y gracias por dejarme ser una pequeña pieza del puzle de
tu existencia.
Te quiero amiga mía
10 Septiembre 2012